Jardín Botánico con su puerta norte y su puerta sur

Fernando VI estableció un primer Jardín Botánico Real cerca de Puerta de Hierro, formado por más de 2.000 plantas recogidas por José Quer durante los viajes que había realizado por España y también provenientes de regalos de otros expertos botánicos del resto de Europa. En el siglo XVIII, Carlos III trasladará el Real Jardín Botánico al Salón del Prado (actual Paseo del Prado), junto a un Museo de Ciencia Natural (hoy Museo del Prado). El proyecto del Jardín fue realizado por los arquitectos Francisco Sabatini y Juan de Villanueva, mientras que la organización del Jardín corrió a cargo del botánico Casimiro Gómez Ortega en 1774. En estos momentos Villanueva construyó la Puerta de Murillo (junto al Museo del Prado) en estilo neoclásico, y el Pabellón que lleva su nombre, donde el arquitecto incluyó un invernadero, un semillero, un herbario, una biblioteca y un aula de Botánica. El mismo Villanueva proyectó la Puerta Real acceso principal desde el Paseo del Prado al recinto ajardinado, cerrado por una verja de hierro forjado, por la que sólo accedía el rey. En el interior, Gómez Ortega organizó el jardín en tres terrazas con ayuda del ingeniro Tadeo López, en donde las plantas se ordenaron por niveles jerárquicos siguiendo el método Linneo, gran naturalista, taxonimista y científico sueco. El Jardín Botánico fue acogiendo las muestras botánicas procedentes de las expediciones científicas y otras remitidas por los virreyes y gobernadores de las posesiones españolas de Ultramar por orden de Carlos III. Destaca los estudios llevados a cabo por Celestino Mutis quien realizó 6.700 láminas de dibujos de plantas que había estudiado en Colombia. Durante la Guerra de Independencia el jardín quedó práctimente destruido a pesar de los esfuerzos de salvaguarda de su director Mariano de Lagasca. En 1857, se realizaron mejoras de la mano de su director en aquel momento, Mariano de la Paz Graells, como el invernadero que lleva su nombre y un nuevo diseño de la terraza superior realizado por Gómez Ortega. En 1882 se segrega una parte del Jardín para levantarse el edificio del actual Ministerio de Agricultura. En 1886, se ve afectado por un terrible ciclón que ocasionó importantes daños en el arbolado. Desde 1939, el Jardín Botánico pasa a depender del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Debido al estado de abandono en el que se encontraba el Jardín, fue cerrado en 1974 para ser restaurado. El arquitecto Antonio Fernández Alba se encargó de restaurar el Pabellón de Villanueva mientras que Guillermo Sánchez Gil y Leandro Silva llevaron a cabo la recuperación del jardín, que volvió a abrir sus puertas en 1981. El Jardín Botánico alberga valiosísimas colecciones botánicas y documentales, además de varios monumentos a los principales protagonistas de su custodia.