Respuesta del Ayuntamiento a la notificación de la aparición de un dintel labrado en una casa de la Cava Baja nº 23

Por mcypweb, Mié, 30/07/2014 - 17:59

Tras la petición de información que se hizo a las administraciones municipal y autonómica con motivo de la aparición de un dintel de piedra con inscripciones durante las obras en un edificio de la calle Cava Baja nº 23, hemos recibido una respuesta procedente de los servicios técnicos del Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda, en la que se dan explicaciones del proceso y situación que afectan a dicha finca, y de las medidas que se han tomado para salvaguardar el hallazgo que, gracias a la observación de un miembro de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, será recuperado y puesto en valor. Una reflexión crítica de esta persona sitúa a este caso en el contexto de un serio problema que afecta a todo el conjunto histórico de la Villa de Madrid.

 

 

COMUNICADO DE MCYP SOBRE LA RESPUESTA DEL AYUNTAMIENTO DE MADRID A LA NOTIFICACIÓN SOBRE LA APARICIÓN DE UN DINTEL LABRADO EN CAVA BAJA, 23.

 

Tras la notificación por registro de la aparición de una portada de granito original del siglo XVII en un edificio de la Cava Baja, que Madrid Ciudadanía y Patrimonio cursó al Ayuntamiento de Madrid y a la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, acusamos recibo de sus respuestas.

Agradecemos que la Administración Pública haya cumplido su deber respondiendo como corresponde al escrito que entregamos por registro.

En Febrero de 2014, miembros de MCyP descubren casualmente que en la Cava Baja nº 23 de Madrid las obras de la fachada han dejado al descubierto la portada original de acceso a la finca. Ésta se encontraba anteriormente cubierta por el revoco de fachada; el vano del portal había sido notablemente reducido en algún momento y constaba de un cerramiento moderno, con una puerta metálica de muy mal gusto que por desgracia se ha extendido como un cáncer por el centro de la ciudad donde cada vez quedan menos puertas de madera originales. Los laterales del vano reducido habían sido rellenados con ladrillo macizo, por lo que es de suponer que la portada original llevaba largo tiempo 'perdida'.

Se trata de una portada con dos jambas monolíticas de granito y un dintel de similares características, con más de dos metros y medio de largo por unos sesenta centímetros de canto; de fácil lectura, la transcripción directa del texto aparecido en el dintel de la casa dice:

 

 

"EN II DE JULIO Р                                         .... 1(6)**

ALABADO SEA EL SSMO SACRAMTO Y LA PURA Y LINPIA CON

ZECIONÐNUESTRASA CONCEBIDASIN MANCHAÐPECADO ORIJIN.."

 

La frase está escrita con las abreviaturas típicas y la ortografía de la época, no reglamentada, usando indistintamente C y Z en la raíz léxica. Transcrito sería:

"En II de Julio de 16**. Alabado sea el santísimo sacramento y la pura y limpia concepción de Nuestra Señora concebida sin mancha de pecado original"

Con semejante interés por el descubrimiento, y tras el seguimiento visual de la obra durante unos meses, el 28 de Mayo de 2014 nuestra Asociación entrega por registro ante el Ayuntamiento de Madrid y la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad un escrito comunicando la aparición de la portada con la inscripción y la indefensión en que se encuentra el caserío histórico sometido al azar en términos de conservación y puesta en valor, dependiendo exclusivamente de la buena disposición de los vecinos y las buenas prácticas del profesional que intervenga la edificación.

En este caso, tuvimos la oportunidad de reunirnos con el arquitecto que ha llevado las obras, y nos tranquilizó saber que la portada iba a quedar a la vista y que la intención era recuperar la dimensión original. Sin embargo, pudimos constatar que el nuevo revoco de la fachada se había hecho usando un material absolutamente inadecuado a la fábrica sobre la que se ha aplicado, pudiendo producir daños posteriores derivados de esta actuación.

El material empleado como aglutinante en el mortero de enfoscado es cemento portland de clase II; se trata de un uso inadecuado demostrado ampliamente en los últimos años, ya que produce una incompatibilidad con la fábrica existente, al no permitir la adecuada transpiración de la misma, con el agravante de aportación de sales contenidas en el cemento que atacan la piedra por infiltración en el poro abierto de la piedra. La humedad interior del edificio, no pudiendo evaporar a través del revestimiento, busca la salida por otros resquicios, derivándose hacia la piedra y arrastrando las sales que por inflamación producen escamaciones y el denominado 'mal de la piedra'. Esto puede ser motivo futuro de erosión en la piedra labrada.

No ponemos en duda la labor profesional del arquitecto, que ha redactado un proyecto apto, usando métodos certificados y conforme a las exigencias de los propietarios, pero SÍ la de control del Ayuntamiento que debería establecer unas exigencias mínimas sobre la calidad de los materiales en el tratamiento de edificios históricos, como por ejemplo en este caso el uso de cal grasa para el enfoscado y revoco, en lugar de cemento o morteros bastardos.

El 2 de Junio de 2014 salía por registro la respuesta de la DGPH en la que se nos agradecía "la observancia con nuestro patrimonio histórico" y se nos informaba del "traslado del escrito a los Servicios Técnicos" para adoptar "las medidas que fueran necesarias para evitar cualquier daños al patrimonio histórico".

Entre tanto las obras se han ido terminando y ha quedado la fachada hecha a falta de recuperar el vano original del portal. Sí criticamos la decisión del arquitecto de haber colocado una caja de registro justo encima del dintel, cajeada en el muro y con una portezuela de plástico blanco que la cierra. Destaca mucho y está en un lugar muy sensible.

Por último, el pasado 15 de Julio de 2014, cursaba salida la respuesta del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, adjuntando un breve informe detallado del 3 de Julio en el que se relatan los expedientes referidos a esta finca, entre los cuales figuran las directrices que ha establecido la DGPH para recuperar el vano en su dimensión original.

Echamos en falta que se establezcan unos criterios para la nueva carpintería de cerramiento, que si se hiciera semejante a la actual sería un impacto negativo a la percepción del edificio. Así como instar al local derecho que retire la parte de revoco de su fachada que tapa el final del dintel y dejando la fecha que está en el extremo oculta, y de la que se distingue únicamente la mitad: mil seiscientos...  sin que sepamos el año exacto.

Como CONCLUSIÓN, aplaudimos que este elemento tan singular sea puesto en valor. Es muy necesario estudiar en profundidad el caserío madrileño, pues apenas se conoce su historia y resulta que tenemos una capital europea que conserva gran número de edificaciones de vivienda anteriores al siglo XIX, y es algo que nuestra Asociación lleva reivindicando desde su inicio. Es imprescindible la puesta en valor del conjunto edificado y de su valor como parte del caserío histórico.

En ese sentido lamentamos las pérdidas de edificios como los de la Calle de Embajadores, el número 40 en 2011, y el palacete de los Aguilar en el número 18 (de propiedad municipal), con blasón y portada barroca en primavera de 2013, cuando ambos contaban con una protección (estructural y parcial, respectivamente) y fueron derribados por medio de la figura de "Ruina Física Inminente", y cuando ambos habían sido abandonados, incumpliendo manifiestamente la obligación de conservación y mantenimiento de los edificios.

También el año pasado, en junio de 2013, el Ayuntamiento de Madrid, amparándose en la misma figura de Ruina inició en la calle del Duque de Alba el derribo del Palacio de Sueca, con protección integral, propiedad municipal y abandonado desde hace más de 20 años. Como una pequeña esperanza para el patrimonio de Madrid, fue paralizado el derribo por orden de la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, quien ha abierto diligencias contra el Ayuntamiento al apreciar indicios de delito en los deberes de conservación.

Es un tema el de la falta de conservación ineludible para cualquier ciudadano y supone ITE's desfavorables que el Ayuntamiento no perdona, encargando ejecuciones sustitutorias como por ejemplo a COARSA, empresa que ha sido el brazo ejecutor de todos los derribos mencionados, y que ha realizado la de la calle de Cabestreros, 14, arrojando un sobrecoste brutal en obra y que supone la pérdida de las viviendas por impago de los propietarios, que se ven desahuciados de mala manera por un procedimiento municipal, que el Ayuntamiento en cambio no aplica a sus propios inmuebles, más que para derribarlos y hacer caja con los solares resultantes.

Actualmente está amenazado otro inmueble blasonado: el de la Corredera Baja de San Pablo, 20, que fue ocupado por el colectivo del Patio Maravillas y en la que un grupo de jóvenes arquitectos se comprometía a su rehabilitación con materiales tradicionales y sin costes para el Ayuntamiento a cambio de la cesión como centro social. Este grupo, denominado 'Proceso Corredera 20', se asoció a MCyP haciéndonos partícipes del proyecto, que finalmente el Ayuntamiento de Madrid rechazó para acabar anunciando este verano el derribo del inmueble de nuevo por el procedimiento de "Ruina Inminente" y de nuevo tratándose de un edificio con protección INTEGRAL.

Denunciaremos todos los ataques que se hagan contra el caserío histórico, pues merman el valor intrínseco e irremplazable de la ciudad. Un conjunto se define por cada parte, y no sólo por los hitos principales: lo modesto también importa y todo ello forma la percepción de la ciudad, que es un bien indivisible.

Álvaro Bonet

Vicepresidente de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio

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