La Bolsa de Madrid fue creada por José I Bonaparte en 1809, aunque no comenzó a funcionar hasta 1831. Después de diversos emplazamientos muy variopintos, en 1878 se decidió construir una sede permanente para la Bolsa. El lugar elegido fueron unos terrenos propiedad del Estado ocupados por el teatro El Dorado, que a su vez se había levantado sobre el solar de las antiguas caballerizas del desapareido Palacio del Buen Retiro. Las obras de construcción del Palacio de la Bolsa de Madrid no comenzaron hasta 1885 con proyecto del arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas, inspirado en el edificio de la Bolsa de Viena, siendo inaugurado ocho años después.
La fachada curvilínea se adapta a la forma de la Plaza de la Lealtad. Presenta una galería de arcos a modo de basamento sobre la que se levanta otros dos cuerpos con vanos organizados simétricamente. El cuerpo principal de acceso se adelanta de la línea de fachada a modo de pórtico con columnas de orden corintio sobre escalinata, que sostienen un gran entablamento decorado con los relieves del Comercio, la Industria, la Agricultura y la Navegación.
El edificio se organiza en torno a un eje principal marcado por el Salón de Contratación de planta basilical, con galerías laterales columnadas y cubierto por una magnífica bóveda esquifada de hierro y cristal. A este eje principal y de acceso, se la adosan dos cuerpos trapezoidales, uno a cada flanco, ambos organizados en torno a un patio triangular. Su interior destaca por su ornamentación y el mobiliario de época. La decoración pictórica del palacio fue encargada a Luis Taberner, mientras que de la parte escultórica se ocupó Francisco Molineli. Importante también es la biblioteca pequeña especializada, que cuenta con 25.000 registros y 12.000 volúmenes, entre ellos la biblioteca personal del síndico José Antonio Torrente, el plano de Madrid que Espinosa de los Monteros realizara en 1769 y boletines de cotizaciones de la Bolsa desde 1832.
