La Residencia de Señorías fue el primer centro oficial creado por la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) del Ministerio de Instrucción Pública para que las mujeres se incorporasen a los estudios superiores, apostando por la emancipación femenina en clave de educación. La Residencia queda instalada en 1915 en dos “hotelitos” de la calle Fortuny 30 ocupados anteriormente por la Residencia de Estudiantes nacida en 1910, que se había trasladado a un nuevo complejo en los Altos del Hipódromo. Debido al incremento de estudiantes la brillante pedagoga y humanista María de Maeztu, su directora, llegó en 1917 a un acuerdo con el International Institute for Girls in Spain para ocupar su edificio de la calle Fortuny 53, un austero palacete muy compacto característico de finales del siglo XIX, organizado en tres crujías perpendiculares a fachada con la escalera en su centro, con cuatro plantas: semisótano más tres pisos con alturas decrecientes separados por impostas, cuya fachada se anima tan sólo por los guardapolvos que rodean los huecos de las plantas baja y primera, y el alero de coronación del tejado a cuatro aguas; destacando el gran mirador acristalado pentagonal superpuesto posteriormente sobre la entrada, que otorga su imagen característica al conjunto. El edificio se rodea de un amplio jardín paisajista en el que sobresale una antigua fuente de fundición. A partir de ese momento se inició una estrecha colaboración entre españolas y norteamericanas en un floreciente y enriquecedor intercambio de ideas y viajes, pues además de residencia, la institución desarrollaba labores de instrucción y educación propias, con clases de filosofía, laboratorios de física y química, idiomas, etc., e incluso actividades lúdicas, deportivas y sociales; destacando entre las iniciativas que nacieron aquí el Lyceum Club o la Asociación Universitaria Femenina, además de su participación en organizaciones internacionales feministas como la International Federation of University Women. La creciente demanda hace que las instalaciones se queden pequeñas, por lo que en 1932 la JAE autoriza a la Residencia de Señoritas a construir en la esquina noroccidental del recinto un edificio anejo con capacidad para cuarenta residentes –el primero levantado expresamente para la institución-; ocupándose la propia Residencia de financiar y gestionar la obra, que encarga al arquitecto de la JAE Carlos Arniches Moltó, quien también diseñó el mobiliario -pagado éste por la Junta-. De esta manera surgió uno de los ejemplos más representativos del racionalismo arquitectónico madrileño de la época, caracterizado por la rotundidad y limpieza de planos y volúmenes en un edificio muy funcional, con planta en “L” –con la escalera de acceso en el extremo oriental y el baño común en el ángulo interior- y cinco pisos de altura: un semisótano con la lavandería y otras instalaciones; y cuatro plantas de habitaciones, en las que todas están orientadas a sur, este y oeste, evitando la exposición norte; aunque por ser esta fachada septentrional al Paseo del General Martínez Campos la más representativa se potenció su expresividad con una superposición de balcones volados, de escasa utilidad por su orientación y por dar al pasillo de acceso a las habitaciones.
María de Maeztu inaugura el llamado pabellón Arniches en 1933, pero sólo tres años después estalla la Guerra Civil (1936-1939) y la Residencia de Señoritas es clausurada. Tras la contienda se lleva a cabo la depuración de funcionarios y profesionales de la educación afines a la República, por lo que la Residencia -ahora con el nombre de Colegio Mayor Santa Teresa de Jesús- inicia de nuevo su actividad en 1940 bajo la dirección de Matilde Marquina García, miembro de la Sección Femenina de Falange Española de las JONS, con un criterio muy alejado de los principios institucionistas de coeducar sin distinción de sexo para la mejora social, económica, cultural y política del país. A mediados de la década de 1980, el Colegio Mayor fue trasladado a la Ciudad Universitaria de Madrid, convirtiéndose los edificios principales de la Residencia de Señoritas en sede de la Fundación Ortega y Gasset –desde 2010 Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón (FOM)- en la que se conserva el antiguo archivo de la institución dirigida por María de Maeztu. Con este motivo los arquitectos Jerónimo Junquera y Estanislao Pérez Pita rehabilitaron en 1981 el palacete, núcleo inicial del conjunto, recuperando su tipología y el orden original, al tiempo que daban al sótano un uso público como Biblioteca y Sala de Conferencias. Dos años después los mismos autores adecuaron el “pabellón Arniches” a “un nuevo programa: sala de reuniones, conferencias y exposiciones en planta semisótano, y sede de la Fundación General Universidad en las restantes”.
