Iglesia Parroquial de Santa María de la Antigua

Por joaquin, Dom, 19/07/2020 - 20:20

PENDIENTE DE RELLENAR

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Calle de la Cruz del Carnero, 1
Ubicación

Calle de la Cruz del Carnero, 1
Madrid Madrid
España

Tipo de Bien
BIC - Monumento
Cronología
Siglo XVI
Estado del BIC
Incoado
Autor o autores
Francisco de Mora y Diego Sillero
Titularidad
Privada
Propietario o tenedor
Iglesia Católica
Visitable
Tipo de visita
Visita libre
Condiciones de visita / Accesibilidad

Horarios:

Apertura del templo:

  • Lunes a sábado: De 9:00 a 13:00h y de 18:30 a 20:00h.
  • Domingos: De 18:30 a 20:00h.

Misas:

  • Lunes a sábado a las 19:30h
  • Domingos: 9:00h, 11:00h, 13:00h y 19:30h

Condiciones de la visita:

  • No ofrecen visitas guiadas. Se puede visitar durante su horario de apertura.

Contacto:

Contexto cultural

La actual iglesia parroquial de Santa María la Antigua de Vicálvaro es el resultado de un largo proceso constructivo. La cabecera -más antigua- parece corresponder al periodo tardogótico, a juzgar por su planta pentagonal rodeada por poderosos contrafuertes para absorber los empujes de la bóveda interior, pudiendo fecharse en la primera mitad del siglo XVI; en cambio, las tres naves a sus pies corresponden a una reconstrucción efectuada a partir de 1592 para ampliar el templo existente, que se había quedado pequeño para acoger a la población del lugar, incrementada por el establecimiento de la corte en Madrid. Para resolver este problema el párroco solicitó hacer algunas reformas, que los maestros de obra Diego Sillero y Luis de Luzón desecharon a favor de nuevas trazas para reconstruir todo el cuerpo de la iglesia -sobre una planta diseñada por Francisco de Mora- adaptándolo a la capilla mayor “recién hecha”. La ejecución de las obras recayó en el maestros Alonso Vara, pero las inevitables dificultades económicas retrasaron la ejecución de los trabajos, que todavía no habían finalizado en 1602, cuando se hizo cargo de los mismos Gaspar Ordóñez, que propuso sustituir por una bóveda el forjado de madera previsto para el coro alto a los pies, eliminando así las columnas necesarias para sostenerlo. Nuevos problemas surgieron tras la muerte de Vara en 1605, iniciándose un pleito por el que sabemos que la traza inicial se había modificado, “engrosando mucho las paredes y ensanchando la dicha iglesia”; firmándose una concordia en 1612 donde se establecían nuevos plazos para su finalización y se modificaba la torre según un nuevo diseño de Ordóñez, que trazó un chapitel inspirado en el de la iglesia de Barajas, aunque una vez realizado fue modificado para darle mayor altura; entablándose en 1619 otro pleito porque todavía faltaban por ejecutar todas las bóvedas interiores y las labores de carpintería, así como el revoco interior y exterior de los muros. Se efectuó entonces una nueva subasta, recayendo las labores restantes en los maestros de obras Antonio de Acosta, Alonso García y Francisco Moreno; figurando sobre la puerta de entrada el año de 1640 como el de su terminación, aunque nunca se llegó a revocar la fachada, donde se distinguen las distintas etapas de ejecución, con aparejo toledano de cajones de mampostería entre verdugadas y cadenas de ladrillo en la parte baja de los muros, y ladrillo visto en la alta, al igual que en la torre, cuyos cuerpos superiores presentan una sobria decoración geométrica de  recuadros rehundidos entre pilastras dobles sin capitel. A sus pies, la sencilla portada de granito está trazada como un arco de medio punto bajo un entablamento sostenido por dos pilastras toscanas rematadas por bolas herrerianas; siendo en todo semejante la puerta lateral al mediodía. El interior presenta tres naves de tres tramos separadas por arcos de medio punto, con la central –más ancha y alta- cubierta por bóveda de cañón con lunetos que igualan en altura la de la capilla mayor, para lo que hubo que realzar el arco toral que las separaba. La bóveda del presbiterio presenta decoración ya barroca, lo que permite suponer que fue la última parte ejecutada, al igual que el coro, donde en 1760 se instaló un órgano fabricado por el maestro madrileño José Loytegui. En 1890 la condesa de la Vega del Pozo mandó levantar a los pies la capilla bautismal de San Juan Bautista, con entrada por la nave del Evangelio.

Por desgracia en la Guerra Civil (1936-1939) se destruyeron imágenes y retablos, incluido el mayor barroco de hacia 1608,  obra del entallador Alonso López y los pintores Andrés Cerezo y Blas Gutiérrez, que fue reemplazado por otro muy pobre el mismo año 1939. En 1957 se restauró la capilla de San Juan Bautista, cambiando su advocación a la Virgen del Pilar, que se venera en un retablo neobarroco. En 1973 se ejecutó una restauración general en la que se eliminó el retablo de posguerra y se enfoscaron los cuerpos superiores de la torre; que han recuperado su estado previo en la completa intervención efectuada por Mercedes Álvarez García entre 1988 y 1998. Este último año además se terminó de instalar un monumental retablo mayor neobarroco ejecutado por el taller de José Antonio Martínez. Por último, en 2013 se ha dispuesto en el coro un nuevo órgano de origen alemán fechado hacia 1960 –con hermoso mueble de diseño moderno entre neogótico y art déco-, para sustituir al desmantelado en 1939.

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