La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación tiene su origen en 1730 cuando la Junta de Jurisprudencia Práctica comienza a reunirse en Madrid en la casa del abogado de los Reales Consejos Juan Antonio Torremocha. Por Real Cédula de 20 de febrero de 1763 se reconoce oficialmente a la Academia bajo el título de Real Academia de Leyes de estos Reynos y de Derecho Público, con advocación de Santa Bárbara. Más tarde, Fernando VII la reconoció oficialmente con la denominación de Academia de la Purísima Concepción. En 1826, fue dividida en dos corporaciones distintas: la de Carlos III y la de Nuestra Señora del Carmen, más tarde llamada de Fernando VII. Luego en 1836 se vuelven a reunir y en 1838 recibe el nombre de Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación. En 1882, Alfonso XII les otorga el reconocimiento de Real Academia, cambiando de nuevo su denominación en 1932 por la de Academia Nacional de Jurisprudencia y Legislación para recuperar de nuevo su apelativo de Real Academia en 1938.
Tras pasar por distintas sedes, en 1905 la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación ocupa su actual sede de la calle Marqués de Cubas, siendo inaugurada por Alfonso XIII como se conmemora en una placa situada en el vestíbulo. Se trata de un antiguo palacio construido en 1798 por Miguel Martín Rodríguez, sobrino y discípulo de Ventura Rodríguez, y destinado en un primer momento a almacén de la Real Fábrica de Vidrio de la Granja, aunque en él también se fabricaron lentes ópticas para anteojos e instrumentos de precisión. Después se han realizado diferentes remodelaciones y ha tenido diversos usos como ser la sede de la primera exposición de la Industria Española en 1828, después compartido por la Escuela de Sordomudos y Ciegos y Escuela de Ingenieros de Caminos, para más tarde ser Conservatorio de Artes, Dirección General de las Clases Pasivas y Caja General de Depósitos.
El edificio es de planta alargada paralelo a la calle Marqués de Cubas, organizada en torno a tres patios. En 1886, se construye una nueva fachada al abrirse la calle de Los Madrazo. La fachada principal de trazas neoclásicas -basamento de piedra y vanos distribuidos simétricamente- se retranquea en una concavidad, donde se abre una hornacina en la que se aloja una escultura que representa la Justicia sobre la que se dispone una placa destacando dos fechas claves en la historia de la Real Academia: 1730, año de su fundación, y 1905, año del traslado a esta sede. La puerta de acceso en piedra se compone de pilastras pareadas que sustentan un balcón coronado con un frontón curvo partido sobre el que se dispone el escudo real flanqueado por dos angelotes.
En el interior se conserva en gran parte la distribución original, destacando la escalera principal decorada en estilo neopompeyano y el Salón de Actos de estructura de columnas de hierro fundido, balconcillos de bronce labrado y cubierta de cristal. Conserva una biblioteca heredera de las colecciones reunidas a lo largo de su historia en materia de derecho en todas sus especialidades, además de historia, política y filosofía, con un fondo antiguo que comprende obras desde el siglo XVI.
