Casón del Buen Retiro

El Casón del Buen Retiro formó parte del Real Sitio del Buen Retiro, construido en tiempos del reinado de Felipe IV. El edificio del Casón fue proyectado por el arquitecto Alonso Carbonel, maestro mayor del Palacio del Buen Retiro, en 1637, cuyas obras no terminaron hasta varios años después bajo la dirección de su sucesor en la maestría mayor, José del Olmo, junto con la capilla palatina, según él mismo manifestó. El edificio constraba de tres volúmenes, ocupando el nivel principal el Salón de Baile de planta rectangular flanqueado por dos estancias menores. El Salón de doble altura y recorrido por una balconada de hierro para los espectadores, estaba cubierto por una bóveda de cañón con lunetos, pintada al fresco por Lucas Giordano o Jordán hacia 1697 con la "Apoteosis de la Monarquía Española", que se conserva. Durante el siglo XIX, fue reformado según los usos a los que se le destinó, incluyendo sus dos fachadas monumentales: la de Alfonso XII proyectada por el arquitecto Mariano Carderera entre 1877 y 1883 y  la de Felipe IV por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco entre 1887 y 1891. Desde 1877 el Casón fue sede del Museo de Reproducciones Artísticas hasta que en 1960 este Museo fue trasladado al edificio del Museo de América, destinándose el Casón a salas de exposiciones temporales de la dirección general de Bellas Artes. En 1971, el Casón se adscribe al Museo Nacional del Prado para exhibición de sus fondos del siglo XIX procedentes del Museo de Arte Moderno hasta 1981. Es entonces cuando el Guernica será expuesto en el Casón hasta 1992 que es trasladado al recién creado Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El edificio se clausura en 1997 para su rehabilitación y ampliación a cargo del arquitecto Jaime Tarruell que permitieron  el aumento de niveles hasta seis para acoger los departamenteos de insvestigación y formación de expertos necesarios para acoger la Biblioteca y Centro de Estudios del Museo del Prado reabriendo sus puertas en 2009.