Edificio "Nuevo Rezado", de la Real Academia de la Historia

El edificio construido en el siglo XVIII es diseño del Arquitecto Mayor de Madrid, Juan de Villanueva, destinado a instalar una imprenta y despacho de libros de rezos, privilegio que tenía en exclusiva la comunidad jerónima de San Lorenzo de El Escorial. De  ahí su denominación de "Nuevo Rezado" y la parrilla, símbolo de San Lorenzo, sobre la entrada del edificio. Las obras de su construcción se iniciaron en 1789. El edificio, de planta rectangular, se distribuye en torno a dos patios y se caracteriza por su gran sobriedad en la ornamentación, su clara y sencilla ordenación y sus grandes proporciones. La fachadas son de ladrillo con remates en piedra, destacando la fachada principal con entrada enlazada a balcón central. Como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal el edificio pasó a propiedad del editor de El Correo Nacional en una subasta que terminó siendo anulada; pero aunque en 1838 fue escriturada por la Real Academia de la Historia como de su propiedad de acuerdo con una Real Orden del año anterior, aún tuvo que compartir el edificio con otros organismos públicos y privados. En 1849 el Real Patrimonio recuperó la propiedad y la devolvió a los monjes jerónimos, pasando en 1859 a los Capellanes Reales, pero sin desalojar nunca a la Academia de los espacios que ocupaba hasta que en 1871 obtiene la totalidad del edificio “por ser el más a propósito por su especial construcción a bóveda y no expuesto a incendios”, realizando hasta 1874 una serie de reformas dirigidas por el arquitecto Eduardo Saavedra que permitan alojar además la recién constituida Real Sociedad Geográfica; pero en 1910 el Real Patrimonio vuelve a recuperar la propiedad, que en 1931 pasa al Estado, aunque la Academia sigue como inquilina. En 1921 se instala en la fachada una lápida de mármol que recuerda que allí vivió el secretario perpetuo Marcelino Menéndez y Pelayo. En los años setenta del pasado siglo, al caserón del siglo XVIII se le unieron el palacio del Marqués de Molins, a su espalda, y una pequeña casa de la calle Huertas, reformados por Fernando Chueca Goitia entre 1974 y 1976 para adaptarlos a su nuevo uso. La última intervención fue llevada a cabo por la arquitecta Amparo Berlinches Acín en 1980. Contiene una extraordinaria biblioteca histórica, y ricas colecciones arqueológicas, numismáticas y artísticas, con piezas tan destacadas como el famoso Disco de Teodosio o cinco retratos pintados por Goya.