El Hospital de Jornaleros de San Francisco de Paula, también conocido como Hospital de Maudes, fue construido por iniciativa filantrópica de doña Dolores Romero, viuda de Curiel, como institución para asistencia sanitaria gratuita a los jornaleros, con una capacidad de 150 camas. El proyecto fue diseñado por el arquitecto Antonio Palacios Ramilo y Joaquín Otamendi Machimbarrena en 1908. Las obras comienzan un año después, inaugurándose en 1916, siendo administrado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El edificio, que ocupa una manzana completa, se desarrolla de forma radial mediante un patio central octogonal y cuatro galerías en torno él, describiendo un aspa, completamente abiertas para favorecer la ventilación y dejar pasar la luz. Dos de ellas se destinaron a dormitorios comunes de los enfermos, mientras que las otras dos albergarían dependencias de servicios. En el eje norte-sur, se levantaron otros dos volúmenes: uno al sur, hacia la calle Maudes, correspondiente al ingreso y zona administrativa, y otro al norte, hacia la calle Raimundo Fernández Villaverde, destinado a capilla (actual Iglesia de Santa María del Silencio) y a pabellón de autopsias y depósito de cadáveres, oculto a la vista. Completan el complejo dos pabellones exentos: al este, con fachada a la calle Alenza, el pabellón de infecciosos, y al oeste, hacia la calle de Treviño, el pabellón destinado a sala de operaciones, que se comunica con el cuerpo central del edificio mediante una pasarela metálica acristalada. Las fachadas del edificio son en piedra caliza poco labrada, donde destacan las altas y verticales pseudo-torrecitas culminadas con pináculos que se elevan en altura por encima de la fachada, otorgándole verticalidad y dinamismo. Se encuentra decorado, al exterior, con placas cerámicas, obra de Daniel Zuloaga, mientras que el interior es decorado con cerámica de la casa Manuel Rejano.
Durante la Guerra Civil (1936-1939) fue tomado por las milicias populares para destinarlo a Hospital de Sangre. Tras la contienda, se convirtió en hospital militar de urgencias hasta 1964, que quedó sin uso y abandonado. Más tarde, en 1984, la recién creada Comunidad de Madrid compró el inmueble en subasta notarial para ubicar en él la sede de la Consejería de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Vivienda (ahora en el edificio Banco Bilbao Vizcaya de calle Alcalá), para lo cual se realizó una rehabilitación entre 1984 y 1987 a cargo de Andrés Perea Ortega. Actualmente, alberga la sede de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras. Entre 2006 y 2008 se restauraron las fachadas.
