Hospitalillo del Carmen (actual sede de la Sociedad Cervantina y de los Cruzados de la Fe)

El Hospital de Incurables de Nuestra Señora del Carmen, también llamado Hospitalillo del Carmen, fue fundado por el Real Reglamento del 14 de mayo de 1852, en consonancia con la Ley General de Beneficencia y Sanidad de 1849 impulsada por el gobierno liberal. El hospital ocuparía un antiguo inmueble renacentista rehabilitado de finales del siglo XVI, que había albergado el Albergue y Colegio de los Desamparados, que atendía a niños huérfanos desde 1609. La contigua Iglesia del Santísimo Cristo de la Fe era la capilla del hospital, utilizada por los internos. A inicios del siglo XVII estuvo instalada aquí la imprenta de María Rodríguez Rivalde, donde el impresor Juan de la Cuesta imprimió la primera edición de El Quijote, de Miguel de Cervantes, además de otras obras de insignes escritores del Siglo de Oro. En 1906, con ocasión del III Centenario de la edición de El Quijote se instaló en la fachada una lápida conmemorativa realizada por el escultor Lorenzo Coullaut Valera, que todavía se conserva. El edificio de fachada sencilla, donde prima la austeridad, es un claro ejemplo de la llamada arquitectura de los Austrias, pero en 1953 se derriba su mitad occidental para levantar viviendas, provocando que un grupo de intelectuales españoles liderado por Luis Astrana Marín funde la Sociedad Cervantina, que recibe en 1954 la mitad restante para albergar su sede, "donde se proyecta instalar un Museo Biblioteca Cervantinos, así como reconstruir lo que fue imprenta de Juan de la Cuesta", según se indica en el Real Decreto 2220/1981 de declaración BIC del Hospitalillo del Carmen. Tras esta declaración se realizan unas agresivas obras de reconstrucción, llevadas a cabo por el arquitecto Joaquín Aracil entre 1985 y 1987, en las que sólo se conserva la fachada del edificio. El taller de imprenta, que puede ser visitado, es recreado en 2008; y ese mismo año se fundó el Teatro de Cámara de Cervantes, una apuesta por las artes escénicas de la Sociedad Cervantina, que pugna por levantar una sala en el patio del inmueble. En cuanto a la iglesia, tras ser incendiada durante la Guerra Civil fue rehabilitada; pero tras acoger la Parroquia de San Salvador y San Nicolás hasta 1948 quedó nuevamente abandonada, cayendo en ruinas hasta que en 1974 el Arzobispado la cedió al Ayuntamiento y éste a su vez a la Hermandad de Cruzados de la Fe, que se han hecho cargo de ella desde entonces, emprendiendo una larga y laboriosa reconstrucción que ha culminado recientemente con la recuperación de la capilla barroca de San Nicolás, del siglo XVII. Durante las obras de rehabilitación y construcción del teatro de 2017 salieron a la luz los restos arqueológicos de 94 cuerpos fechables entre 1625 y 1808 además de un refugio de la Guerra Civil que no se han conservado en el proyecto final.