Hotel Palace

El Hotel Palace (hoy The Westin Palace) se levantó en el solar ocupado anteriormente por el Palacio del Duque de Lerma por iniciativa del empresario hostelero de origen belga George Marquet a sugerencia personal de Alfonso XIII, con el fin de dotar de hoteles de lujo al centro de la ciudad, convirtiéndose en alojamiento de referencia para numerosos artistas, políticos y galardonados con el Premio Nobel.. Aunque hubo un anteproyecto en 1910 diseñado por el arquitecto francés Edouard Niermans, se convocó un concurso para la ejecución del proyecto que fue ganado por el arquitecto catalán Eduardo Ferrès y Puig, quien lo construyó en 18 meses con la colaboración con la ingeniería belga León Monnoyer et Fils, que se encargó de diseñar la estructura,  una de las primeras de hormigón armado en Madrid. El papel de Ferrès es difícil de precisar, pues el proyecto definitivo ha sido atribuido al arquitecto belga M. Gheude, que diseñaría en Bruselas los planos que Ferrès firma meses después en Madrid, siendo su colaborador el arquitecto Manuel Álvarez Naya quien figuró como autor del edificio al recibir el Primer Premio del Ayuntamiento como mejor Hotel de viajeros construido en 1912. En cualquier caso, el proyecto ejecutado presenta variantes considerables con la primera propuesta de Niermans, como la eliminación de la terraza abierta a la plaza de Neptuno o la conversión del gran hall central octogonal en un “jardín de invierno” oval, tan semejante al del Hotel Negresco de Niza que Niermans construía en las mismas fechas que no se puede obviar su posible intervención. En aquel momento el Palace –como sería conocido popularmente- fue el hotel más grande y más moderno de Europa, ya que incorporaba las últimas novedades hosteleras, como teléfono e inodoros y calefacción en cada habitación, además de ser un edificio multifuncional: hotel, cine, restaurante, oficinas, etc. El inmueble presenta planta poligonal de cuatro lados irregulares, cuyas 500 habitaciones, grandes salones y servicios se distribuyen en ocho plantas y tres subterráneas en torno a un patio central trapezoidal, que acoge el hall antedicho, cubierto por una cúpula de hierro y vidriera de la casa Maumejean en un bello estilo modernista, y conectado por un vestíbulo a la entrada en chaflán de la plaza de las Cortes, con hall de planta ovalada. Las fachadas siguen un estilo Luis XVI inspirado en los hoteles parisinos de la época, con basamento en piedra gris sobre el que se levanta el cuerpo de ventanas -en piedra blanca- que dan a las habitaciones organizadas en ejes verticales, culminado por cuatro torreones esquineros y cubierta muy inclinada en pizarra a modo de mansarda. En 1926 los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez diseñan un bar –hoy desaparecido- en un estilo desenfadado y colorista con el techo a modo de un gran toldo rayado. Durante la Guerra Civil (1936-1939) el hotel fue requisado y convertido en hospital para sustituir al de Carabanchel, destinándose a quirófano la rotonda del hotel, aprovechando la luz que entraba por la cúpula. Acabada la contienda sufre nuevas reformas en su interior: la primera fue ejecutada entre 1943 y 1944 por los arquitectos Enrique López Izquierdo y José Luis Durán de Cottes para alojar el Cinema-Palace, que ya no se conserva y que estaba decorado en el estilo clasicista propio del momento; después, otra reforma en 1986 convirtió la planta baja en centro comercial, y finalmente una rehabilitación integral entre 1996 y 1998 buscó recuperar su imagen original, reponiendo algunos elementos desaparecidos, como las ménsulas bajo los balcones de las esquinas, aunque todavía se echan en falta los grandes escudos que flanqueaban las cupulillas superiores y el que coronaba el chaflán sobre la entrada hacia la plaza de las Cortes.