El Hospital de Nuestra Señora de la Concepción y Buena Dicha, también llamado Hospital de la Buena Dicha, fue construido en 1594 a auspicios de fray Sebastián de Villoslada, y servía para dar cama a los enfermos pobres de la parroquia y monasterio de San Martín, de los que dependía. El hospital tenía entrada por la calle Ceres -hoy Libreros- y contaba con cementerio en la parte trasera, en el que fueron atendidos y enterrados algunos héroes del Dos de Mayo. A finales del siglo XIX se derribó el hospital y los cuerpos que descansaban en su cementerio fueron trasladados al de la Florida.
Bajo patrocinio de los Marqueses de Hinojares el arquitecto Francisco García Nava construyó el actual edificio entre medianerías de 1914 a 1917. El diseño de la iglesia es muy original, pues el autor combina multitud de estilos de inspiración medieval en ladrillo y piedra otorgando al conjunto un aire modernista. El templo, en estilo gótico y planta de cruz latina, presenta una sola nave -con coro alto a los pies y cuatro capillas bajas laterales- dividida en dos tramos, con gran crucero cuadrangular delimitado por arcos polilobulados y cubierto por bóveda nervada octogonal neomudéjar con linterna central. La fachada principal a la calle Silva en estilo neomudéjar ofrece dos cuerpos resaltados a modo de torres de ladrillo visto que flanquean el acceso, protegido por un pórtico con capiteles neogóticos y arcos de herradura apuntados sobre el que asoma retranqueado un gran arco apuntado califal -todo en piedra blanca-, que enmarca la hermosa vidriera de estilo modernista realizada por Maumejean Hnos. que da luz al interior de la iglesia, dominada por la imagen de Santa María de la Merced sobre la Expulsión del Paraíso. García Nava realizó también la sede anexa de la Hermandad de la Buena Dicha, que en 1917 amplió en un solar contiguo con estrecha fachada neomudéjar a la calle de Libreros; siendo suyo también el edificio de viviendas inmediato de la calle Silva 21, ejecutado para otro propietario, pero en el que mantuvo un estilo neogótico acorde con la iglesia.
Durante la Guerra Civil (1936-1939) la iglesia fue expoliada y sufrió desperfectos al situarse en zona batida por bombardeos, siendo restaurada tras finalizar la contienda. En el interior destaca la capilla de la Virgen de la Misericordia, con grupo escultórico del siglo XVII, cuya Hermandad del mismo nombre regentaba el antiguo hospital, y el retablo mayor de estilo ecléctico, del ebanista compostelano Urbano Parcero siguiendo trazas de García Nava. En 2003 la Comunidad de Madrid llevó a cabo una serie de obras de rehabilitación del edificio.