Iglesia de la Concepción

La actual Iglesia Parroquial de la Concepción de Nuestra Señora, que sustituiría a un templo anterior, fue diseñada por Eugenio Jiménez Corera en 1902, dirigiendo su construcción hasta su fallecimiento en 1910, momento en que Jesús Carrasco-Muñoz Encina se hace cargo de las obras, siendo concluida en 1914. Jiménez Corera diseña una iglesia de trazas goticistas, a la que Carrasco-Muñoz superpone su característica decoración de estética modernista. Se trata de un templo exento de elevada altura, de planta de cruz latina de tres naves dividida en cinco tramos, cubiertos por bóvedas de crucería, transepto doble de ancho que los tramos, con crucero coronado por un cimborrio octogonal calado y cabecera poligonal elevada. Presenta coro alto a los pies sobre el acceso. El exterior se levanta en ladrillo revocado, destacando en altura la nave central, transepto y el cimborrio con sus pináculos que se elevan sobre ellos. A los pies y centrada en la fachada principal se levanta la imponente torre -de 43,70 metros de altura- dominando el conjunto, de planta cuadrangular, cornisa almenada con esculturas de ángeles en cada esquina y rematada por una esbelta aguja calada realizada en estructura de hierro, coronada por la efigie de la Purísima Concepción donada por Ramona Goycoechea –viuda de Murga- y ejecutada por el escultor Pedro Algueró Nicoli. Casi concluida la iglesia, Carrasco-Muñoz tuvo que realizar una cripta funeraria –con un retablo presidido por una imagen del salvador del escultor Lorenzo Coullaut Valera- a petición de las familias aristocráticas de la zona, que querían ser enterradas en ella previo pago de generosas donaciones. Durante la Guerra Civil sufrió la destrucción de imágenes y retablos, incluido el mayor, que incluía un friso de ángeles a modo de políptico del pintor José Garnelo. El edificio ha sufrido varias remodelaciones, en los años 1950 (ampliación de la cripta), en 1985 y 2013.