El actual Instituto Geográfico Nacional fue creado el 12 de septiembre de 1870 como una dependencia administrativa de la Dirección de Estadística del Ministerio de Fomento, que en 1873 se transforma en la Dirección de Estadística y del Instituto Geográfico, independizándose ese mismo año como Instituto Geográfico y Estadístico. En 1900 pasó a depender del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, y en 1939 del de Presidencia, hasta que en 1987 vuelve al Ministerio de Obras Públicas, cambiando sucesivamente de nombre: Instituto Geográfico y Catastral desde 1925, Instituto Geográfico, Catastral y Estadístico desde 1935, hasta recibir su actual denominación en 1977. El Instituto se instaló primero en la calle de Jorge Juan y después en el Palacio de Fomento -actual Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación-, hasta que en 1922 se decide crear la sede actual según un proyecto de Pedro Jerónimo Mathet Rodríguez, arquitecto e ingeniero de esa Dirección General, que propuso dividir el programa en dos inmuebles exentos alineados según un eje perpendicular a la calle de Blasco de Garay –hoy del General Ibáñez de Íbero en honor al primer director del Instituto entre 1870 y 1890-; dedicando el delantero a administración, y el trasero a talleres. El primero, con tres plantas de altura, presenta una planta en “E” con sendas torres de cuatro pisos actuando a modo de charnelas entre el cuerpo principal y las alas perpendiculares que se extienden hacia atrás, cuyos extremos se prolongan en forma de “T”; mientras que el edificio de talleres se distribuye en cuatro crujías en torno a un patio rectangular dividido en dos por una torre central de mayor altura. Según un primer diseño la construcción combinaría el acabado de piedra de la planta baja con el ladrillo visto de los pisos superiores, perforados por ventanas en arco de medio punto con recercados de piedra, coronándose el conjunto por una gran cornisa volada sobre la que descansaba un tejado de pizarra a cuatro aguas; pero en el proyecto definitivo Mathet prescindió del basamento pétreo, y sustituyó los arcos por huecos rectos adintelados directamente recortados en el muro sin recercados, superpuestos formando calles rehundidas entre pilastras gigantes resaltadas, eliminándose asimismo el tejado visto, que ocultó tras un parapeto para crear un diseño monumental muy depurado, casi protorracionalista a pesar de su evidente clasicismo. El acceso se señala por un arco de granito de medio punto entre parejas de pilastras toscanas del mismo material, ante las que se levantan dos columnas para sostener un entablamento que sirve simultáneamente de porche protector y de balcón del piso principal, con un antepecho ciego ante el que se recorta un escudo ejecutado en bronce. Las obras se prolongaron desde el 7 de julio de 1922 hasta 1929, aunque la inauguración oficial no tuvo lugar hasta dos años después.
Entre 1975 y 1979 se sumó a este edificio un nuevo inmueble independiente para acoger el Centro Nacional de Documentación e Información Geográfica, que fue diseñado por el arquitecto Antonio Fernández Alba con planta en “H” y una fachada de grandes pilastras de ladrillo visto para armonizar con la del edificio preexistente; localizándose en su interior La Casa del Mapa, donde se venden los productos del Instituto y se organizan exposiciones.