El pasado martes 7 de junio, ha fallecido en Madrid Vicente Patón Jiménez, presidente de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, víctima final de un cáncer contra el que ha luchado largos años.
Vicente Patón Jiménez nació en Madrid en 1948, segundo hijo -tras su hermana Antonia- de un matrimonio campesino que, como tantos otros en la inmediata posguerra, tuvo que dejar su solar manchego para evitar posibles represalias; y es que su padre, José Antonio, había alcanzado el grado de teniente del ejército republicano durante la Guerra Civil, sufriendo tras la misma cuatro años de cautiverio en un campo de concentración. Una vez en la capital, junto con su esposa Ernestina, trabajó como albañil, y luego de portero en una finca del distrito de Chamberí; pero Vicente no se crió en esta portería, sino en el convento (hoy amenazado de derribo) que las Damas Apostólicas regentaban en el Paseo de La Habana, con sus queridos tíos Ángeles y Alfredo –jardinero y recadero de las monjas-, que no habían tenido hijos, su tía Leónides, cuyo carácter infantil la convirtió en adorada compañera de juegos, y su admirado tío Víctor, también jardinero, que le transmitió su extenso conocimiento de las plantas y su profundo amor por la naturaleza.
Ya con seis años, Vicente volvió al hogar paterno para iniciar su escolarización, aunque en su memoria quedó para siempre el paraíso perdido de la infancia en un jardín olvidado de un Chamartín semirrural, al que todavía regresaba cada fin de semana y en vacaciones. Buen estudiante, los resultados obtenidos animaron a sus padres a permitirle seguir la carrera de arquitecto, que emprendió mediante becas en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), donde fue alumno de figuras tan destacadas como Alejandro de la Sota, Javier Carvajal, Julio Cano Lasso, Francisco Javier Sáenz de Oíza y Andrés Perea; obteniendo Matrícula de Honor en la asignatura de Proyectos Arquitectónicos II con un trabajo que fue seleccionado por la ETSAM para enviarlo al Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) celebrado en la localidad búlgara de Varna en 1972.
Tras cumplir el servicio militar obligatorio en el Sahara español, cuyo imponente paisaje natural y humano le dejó un recuerdo imborrable, se licenció al tiempo de su descolonización, el 20 de noviembre de 1975, coincidiendo además con el deceso del dictador que abría una página nueva en la historia de nuestro país. Obtenida la titulación, formó estudio con sus compañeros Rafael Pina y Dolores Artigas, participando en diversos concursos con notable éxito; debiendo destacarse el Premio Extraordinario del Jurado obtenido en 1981 en el Concurso Internacional de Ideas para un Parque en homenaje a García Lorca en Víznar, el Segundo Premio logrado el año siguiente en el Concurso para la Ordenación del entorno de la basílica madrileña de San Francisco el Grande, y el Primer Premio en el Concurso restringido de 1986 para una arquitectura efímera en la plaza de Colón con motivo del “Congreso sobre Nuevos Métodos de Intervención en los Centros Históricos de Capitales Europeas”, que tras ser realizada obtuvo además el Premio de Arquitectura del Ayuntamiento de Madrid en la categoría de Montajes Temporales de ese año; a los que se sumó diez años después el Primer Premio en el Concurso para un monumento a la entrada de Getafe Norte, que por desgracia no llegó a ejecutarse. A estas propuestas irrealizadas o temporales hay que añadir edificaciones permanentes de nueva planta como el Colegio Público Bartolomé Cossío en la calle de Rafael Finat, de 1984-86, el Instituto de Bachillerato en la plaza de la Remonta, de 1987-89, y varias viviendas unifamiliares; aunque su producción más abundante correspondió al interiorismo, con diversas intervenciones en el aeropuerto de Barajas para AENA, pero –sobre todo- a la arquitectura efímera, con innumerables “stands” feriales para empresas y organismos como Renault, Telefónica, BMW, Compaq, BBV; INJUVE, TIVE y otros; además de montajes expositivos referidos al “IV Centenario del Monasterio de El Escorial” -en una de las casas de oficios escurialenses-, a las intervenciones arquitectónicas ejecutadas por la Comunidad de Madrid entre 1983 y 1987 –que sirvió además para inaugurar la Sala Antonio Palacios en el antiguo Hospital de Jornaleros de Maudes-, al “Territorio de la Comunidad de Castilla y León” –que inauguró un nuevo espacio expositivo en la iglesia vallisoletana de las Dominicas Francesas-, a la “Restauración del Patrimonio Arquitectónico” para la misma Comunidad –en el Teatro de la Feria de Muestras de Valladolid-, a la obra arquitectónica de “Cinco maestros nórdicos” -en la Sala de Arquerías de los Nuevos Ministerios-, y al urbanismo español en Iberoamérica, con "La Ciudad Hispanoamericana: el Sueño de un Orden" -en el antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo (actual Museo del Traje) de Madrid y en el Instituto Cervantes de París-, y "La cuadrícula en la ciudad hispanoamericana" en el llamado “claustro de Colón” del convento salmantino de San Esteban. A estos trabajos hay que sumar todavía varias obras que señalan su temprano compromiso con el patrimonio histórico, como la restauración de las murallas de Brihuega por encargo del Ministerio de Cultura; la rehabilitación de la Escuela Superior de Canto –el antiguo Palacio Bauer- de la calle de San Bernardo para el Ministerio de Educación y Ciencia; el proyecto de reforma de la antigua Fábrica de Harinas de Alcalá de Henares para Escuela de Idiomas a cargo del Ayuntamiento alcalaíno; la restauración de las fachadas, vestíbulo y mosaicos de la Iglesia de San Manuel y San Benito de la calle de Alcalá, por encargo de la Comunidad de Madrid y la propia parroquia; y la reforma parcial y acondicionamiento del Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, por encargo de Paradores de Turismo.
Estas tareas las prosiguió tras formar estudio propio con su compañero vital Alberto Tellería, con el que se casó en 2006 tras legalizarse el matrimonio homosexual, y con quien proyectó un taller para artista en Aravaca, una vivienda unifamiliar adosada junto al parque del Retiro y otra vivienda unifamiliar en el municipio de Arganda, además de reformar varios pisos particulares. También diseñó locales para empresas como las clínicas Al Fisio y la Galería Moriarty, e interiores para los aeropuertos de Logroño y Asturias; realizando numerosos “stands” para BBVA, BMW, y el Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid –en las ferias Estampa y ARCO-, para el que proyectó además sus dos nuevas salas permanentes (con el despacho de Ramón Gómez de la Serna) en el Cuartel del Conde Duque. Igualmente realizó las exposiciones dedicadas a la “Arquitectura de Colombia” en el COAM, a la obra del arquitecto Barba Corsini y al “Diseño del mueble en España” en la Fundación Cultural COAM, así como a sucesivas ediciones de FOTOCAM en la Presidencia de Gobierno de la Comunidad de Madrid, entre otras; debiendo reseñarse por su singularidad los trabajos de escenografía teatral para los directores Ernesto Caballero y Juan Antonio Vizcaíno en el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas (Sala Olimpia) de Madrid. Por último, se hizo cargo de la restauración de la Iglesia parroquial de Valdeavero, sufragada por la Comunidad de Madrid; reformó para un particular una casa tradicional de pueblo en el municipio de Anchuelo; rehabilitó por encargo del Ayuntamiento de Tielmes una vivienda troglodita tradicional para convertirla en el Museo de la Casa–Cueva; y proyectó el Museo de los Caños del Peral en la estación de Ópera de Metro de Madrid. Debe destacarse aquí su faceta artística y su interés por el diseño y las nuevas tecnologías de iluminación, que le permitieron obtener en 1999 el Primer Premio en el concurso para un mural decorativo en la estación de Metro del Aeropuerto de Barajas, donde aplicó sus conocimientos de luminotecnia para crear una pieza titulada Cruce de miradas -cuyo boceto fue adquirido posteriormente por el Museo Municipal de Arte Contemporáneo- que requirió para su realización del empleo de 12.000 m de fibra óptica y que ganó al año siguiente el “Premio de Arquitectura del Ayuntamiento de Madrid 1999” en la sección de "Elementos componentes del espacio público". En 2001 obtuvo asimismo el Tercer premio en el concurso para un mural decorativo en la estación de Metro de Nuevos Ministerios, que se concretó en la realización de Avión, una pieza escultórica colosal en la estación de Colombia que mereció una Mención en el apartado correspondiente de los “Premios de Arquitectura y Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid 2002”, y en 2006 logró de nuevo el Primer Premio en el concurso de “Ideas Ornamentales para la nueva estación de Chamartín del Metro de Madrid” con el inmenso mural Iguazú, que combina las luces LED -animadas por un complejo programa informático- con la fluorescencia y las lonas estampadas para recrear una cascada luminosa que acompañe a los viajeros en su descenso a los andenes subterráneos.
A estos trabajos profesionales en colaboración sumó pronto otras actividades independientes, entre las que hay que destacar su papel como socio fundador de la mítica revista La Luna de Madrid, icono de “la movida madrileña”, donde actuó además entre 1983 y 1985 como maquetador, ilustrador y redactor, firmando con su propio nombre y bajo los seudónimos “Creaciones Plasti” y “Mieldeluna” –entre otros-; aunque su recuerdo permanece ligado a la inolvidable sección “Mis horrores favoritos” que elaboraba con el arquitecto Manuel Blanco, y –sobre todo- a sus levantamientos de plazas y paseos madrileños –que le pusieron en contacto con la arquitectura histórica, de la que llegó a ser un gran conocedor- y sus recortables de inmuebles singulares como el Edificio España (que conoció un gran éxito, editándose posteriormente en tirada aparte y a color).
Inició así una extensa labor como periodista de arquitectura, que le llevó a escribir entre 1985 y 1987 una serie de artículos para el diario El País –seguida de colaboraciones esporádicas con el mismo y otros medios- por los que obtuvo en 1987 el “Premio de Periodismo Santiago Amón” al ser instituido por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM); siendo innumerables sus colaboraciones con revistas especializadas como Arquitectura (del propio COAM), Arquitectura Viva, A&V, BAU, Diseño de la ciudad, Diseño Interior (de la que fue Director Técnico entre 1991 y 1995), Experimenta, Lápiz, On Diseño, Punto y Plano, Sur Express, Teatra, o Tectónica (de la que fue socio fundador); entre otras, incluidas publicaciones extranjeras como Licht & Architektur y Stadt Bauwelt.
Asimismo hay que citar numerosas colaboraciones para libros diversos, entre las que destacan sus aportaciones a trabajos, catálogos e inventarios sobre patrimonio histórico, Y es que su interés por la investigación del patrimonio arquitectónico venía de lejos; y si ya en 1981 redactó para el Ministerio de Cultura el Inventario de Jardines Histórico-Artísticos de Andalucía, y colaboró en el Programa Piloto de Rehabilitación de la Ciudad Alta de Cuenca por encargo de la Dirección General de Arquitectura del MOPU, entre 1984 y 1985 participó en la catalogación del patrimonio rural de la Comunidad de Madrid, que serviría posteriormente de base a la obra Arquitectura y Desarrollo Urbano, que contó también con su participación y que recoge en diecisiete volúmenes editados a lo largo de veinte años la totalidad del patrimonio construido de la Comunidad de Madrid, excluida la capital. A cambio, ésta fue estudiada –de nuevo con su colaboración- en los tres tomos de Arquitectura de Madrid, editados por el COAM entre 2003 y 2006, que merecieron en dos ocasiones el galardón correspondiente de los Premios del Ayuntamiento de Madrid de Arquitectura, Urbanismo, Publicaciones y Obra Pública. A su vez, el Ayuntamiento le encargó en 2008 un completo Estudio Paisajístico y Monumental del Parque del Oeste, que permanece inédito; y al año siguiente colaboró en una publicación sobre El Antiguo Cementerio del Sitio de la Florida, editada por el Área de las Artes municipal; mientras que en 2010 participó en el libro Palacios de Madrid publicado por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad madrileña, y en 2011 en el libro Conde Duque. Nuevos espacios culturales en el Cuartel de las Reales Guardias de Corps, encargado con motivo de la rehabilitación del edificio. En este apartado de estudios históricos hay que incluir además su colaboración para el “Inventario informatizado de Monumentos Urbanos y Conmemorativos” del Ayuntamiento de Madrid, y para “100 años de Gran Vía”, integrados en su página web oficial monumentamadrid.es, y la redacción de los contenidos biográficos y fichas arquitectónicas de la página web dedicada al arquitecto Miguel Fisac Serna por la Fundación Fisac de Ciudad Real.
Pero su compromiso con el Patrimonio Cultural no se redujo a estos trabajos de investigación, sino que se volvió activo con sucesivos cargos que exigían una implicación personal: como Vocal de la Comisión de Cultura del COAM entre 1991 y 1994; Asesor del Área de Cultura de la Fundación Cultural COAM desde el último año citado hasta 1998; Vocal de la Comisión de Patrimonio del COAM de 1999 a 2002, cuando redactó los textos correspondientes a El Pabellón de los Hexágonos de Corrales y Molezún y el Cementerio Sacramental de San Isidro (1881-1890). El olvido de un monumental conjunto neoclásico para la publicación Temas de Patrimonio; y como miembro electo de la Junta de Representantes del COAM de 2004 a 2007, puesto que simultaneó con el de Vocal de turno representante del COAM en la Comisión Conjunta de Patrimonio Histórico de Madrid, y en la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural del Ayuntamiento de Madrid (CIPHAN); siendo nuevamente seleccionado por concurso como Vocal de la Comisión de Patrimonio de la Fundación Cultural COAM ese último año citado, cargo que abandonó al año siguiente por desacuerdo con la política adoptada de no denunciar las amenazas patrimoniales.
Y como ya desde el COAM había participado activamente en la defensa de elementos patrimoniales de valor indiscutible como el frontón Beti-Jai o los antiguos jardines de Osuna en las Vistillas, no es de extrañar que en 2009 fuese elegido como primer presidente de la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, que había contribuido a fundar como una federación de asociaciones que agrupa a los diversos colectivos defensores del patrimonio artístico, cultural y natural dispersos por la Comunidad madrileña; y que se ha convertido en pocos años en un referente indiscutible en este campo, siendo reelegido presidente en sucesivas asambleas por unanimidad. Desde esta asociación participó en innumerables convocatorias (debates, conferencias, visitas guidas, etc.) en las que siempre ha destacado su ponderación e inteligencia.
Por último, hay que destacar su actividad docente, que tras innumerables conferencias, mesas redondas y cursillos sobre los más variados temas de arquitectura, interiorismo, diseño y patrimonio impartidos en la ETSAM, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, el COAM y su Fundación Cultural, el Istituto Europeo di Design, el Ateneo, el Círculo de Bellas Artes, la Fundación Fernando de Castro y otros centros, culminó con su selección como profesor de la Escuela de Arquitectura de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, donde obtuvo en 2007 el “Premio Ángel Herrera a la mejor labor docente del curso 2005-2006”, por votación del alumnado.
Pero todos estos méritos profesionales e intelectuales no eran nada comparados con su honestidad, su generosidad, su bondad, su amabilidad y su paciencia; en suma, con su bonhomía -de hombre de bien, en el mejor sentido de la palabra-, que sus numerosos compañeros, discìpulos y amigos nunca olvidarán.
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