Palacio del Canto del Pico

El estado actual es el correspondiente a cuarenta años de abandono total y absoluto, por lo que la vivienda ha sufrido robos, ataques de vandalismo, incendios, y un expolio sistemático. 

Inscrita en la Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra.

No tiene hecho el preceptivo inventario de bienes.

Denuncia de la aparición de un elemento de la casa-museo “Canto del Pico” (B.I.C.) de Torrelodones en un hotel de Sevilla

El precedente de la intervención del Ministerio de Cultura que permitió el traslado del claustrillo de la casa del abad a su lugar de origen en el Monasterio de Santa María de Simat de la Valldigna sienta un peligroso precedente para un BIC compuesto por elementos procedentes de monumentos diversos.

Aunque legalmente la casa sigue siendo BIC, la incoación de un procedimiento para la revocación de declaración de monumento en 2004 (procedimiento que no se ha resuelto) ha supuesto la circulación entre la población local de cierta desinformación y ambigüedad sobre el estatus del edificio, al que se le atribuye una rebaja en su nivel de protección.

La casa es BIC y la finca goza de la protección que le otorga estar incluida en una zona B1 (Parque Comarcal Agropecuario protector) del PRCAM, pero hay otros elementos que no están debidamente protegidos, como el jardín cercado, prácticamente desaparecido, pero del que se conservan elementos vegetales y constructivos interesantes (represa de ochocientos metros cúbicos que recogía el agua para el riego, estanques diversos, pequeñas construcciones de obra y metálicas).  También son de destacar los caminos, miradores, banco e inscripciones que jalonan toda la finca, así como otras construcciones (entre ellas, Peña Bermeja, una preciosa construcción de estilo regionalista que contenía los apartamentos del servicio del conde).  

Falta una figura de protección que ampare el conjunto vivienda + jardín + finca, ya que este constituye un ejemplo muy especial de las grandes fincas de caza y de recreo de miembros de la nobleza, de la política y de los negocios que llegaron a ocupar, a principios del siglo XX, el 80% de la superficie del municipio de Torrelodones.

Otro peligro grave que pende sobre el Canto del Pico es la presión urbanística: los desarrollos urbanos existentes, que ya han desvirtuado la imagen del Canto del Pico, así como los desarrollos que se puedan planear cuando se aclare lo que va a suceder con el PRCAM.

Finalmente, el principal problema que tiene el Canto del Pico es el desconocimiento de sus valores históricos, artísticos, naturales y paisajísticos, no existiendo ningún estudio amplio, incluyente y profesional del mismo.   Por mencionar solo alguno de estos valores más importantes, en el Canto del Pico murió Antonio Maura, y en el Canto del Pico se instaló el Cuartel General del ejército republicano durante la guerra civil, dirigiéndose de aquí la batalla de Brunete.

Pero el Canto del Pico tiene además toda una historia previa relacionada con la manera de entender la protección del arte a principios del siglo XX, con la pintura paisajista de los discípulos de Carlos de Haes y posteriores (incluyendo al Maura), con las excursiones de las sociedades de todo tipo (de amigos del campo, de fotografía) e incluso con la literatura que es totalmente desconocida, lo que hace que sobre el Canto del Pico pese como una losa su calificación habitual de “casa de Franco”.