Si las Cocheras de Cuatro Caminos se convierten de Museo del Metro para acoger la colección de coches históricos de la Compañía, que comprenden por lo menos un vagón de cada una de las series utilizadas desde un principio, Madrid podría tener el mejor museo de un ferrocarril metropolitano del mundo.
En efecto, una red de Metro histórica está formada por túneles con sus estaciones, cocheras y talleres, el material móvil, y una central eléctrica para su suministro energético; y se da la singularidad de que Metro de Madrid cuenta con todos estos elementos a lo largo de la Línea 1, la primera en construirse hace ya cien años. Así, tenemos una estación histórica -ya musealizada- en Chamberí, la central eléctrica de la Nave de Motores –también musealizada- en Pacífico (donde asimismo se conserva uno de los vestíbulos originales con su decoración, como en Tirso de Molina), y las cocheras y talleres originales en Cuatro Caminos, donde encontrarían el mejor acomodo posible los vagones históricos que conserva la compañía.
De hecho, podrían realizarse viajes “históricos” con convoyes que partiesen de las cocheras e hiciesen parada en la estación de Chamberí (como ya se hizo hace unos años para una visita de miembros de Europa Nostra), y luego en Pacifico para visitar el vestíbulo y la Nave de Motores. Todos estos elementos son obra además del gran arquitecto Antonio Palacios, verdadero creador de la imagen metropolitana de la capital con obras como el actual Ayuntamiento (antiguo Palacio de Comunicaciones) en la plaza de Cibeles, la sede del Instituto cervantes (antiguo Banco del Río de la Plata) en la calle de Alcalá. la Casa Matesanz en la Gran vía, o el antiguo Hospital de Jornaleros de Maudes en Cuatro Caminos (muy cerca de las Cocheras de Metro citadas).
No hay duda de que si se llega a instalar el Museo de Metro en las históricas Cocheras de Cuatro Caminos, se conseguiría un conjunto excepcional, donde el valor total superaría a la suma del de las partes.
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