LOS DAÑOS DE LA BORRASCA FILOMENA EN
LA CASA DE CAMPO
ABREN UN PROCESO DE ADAPTACION A
SITUACIONES IMPREVISTAS
Un fenómeno natural extraordinario, la borrasca Filomena, ha producido en este espacio verde un daño también extraordinario, afectando a cientos de miles de árboles. Ahora hay que sacar lecciones para una gestión que haga frente a los retos del cambio climático y evitar pérdida de biodiversidad. Se abre así una oportunidad, tras la catástrofe, en la Casa de Campo.
La Plataforma Salvemos la Casa de Campo expresa su sentimiento de desolación ante el impacto que Filomena ha dejado en sus 1.722 ha de superficie densamente arbolada. A la vez este sentimiento lo hace extensivo a otras zonas verdes, viarios y parques de la región madrileña también afectados por un fenómeno impropio, hasta ahora, de estas latitudes del sur de Europa.
La especie vegetal más afectada ha sido el pino piñonero, Pinus pinea, por tener copa aparasolada, adaptada y adecuada para proporcionar sombra en este clima. Al ofrecer una amplia superficie con sus acículas permanentes, la nieve se acumuló de forma fatal, quebrando ramas e incluso troncos poderosos de forma sorprendente. También abundan los pinos carrascos, Pinus halepensis, que han caído o se han inclinado peligrosamente al haber desarrollado troncos muy altos por plantarse muy próximos unos de otros. La presencia de estas especies de pinos se debe a repoblaciones de los años 1950s.
La situación actual, tras Filomena, requiere una dura tarea de retirada de ramas y ejemplares caídos. También una dolorosa e inevitable labor de tala de miles de ejemplares que han quedado en situación muy precaria. Esto ya produce cierta alarma social y no solo en la Casa de Campo.
Es opinión generalizada, en la Mesa del Árbol que convocó de urgencia el Ayuntamiento de Madrid tras la nevada, que es preciso evaluar con detenimiento los daños y actuar sin prisas y con criterios sostenibles. Así se manifestaron la veintena de personas y entidades presentes en la reunión con visión del panorama de parques y zonas verdes de la capital.
La Plataforma entiende que la Casa de Campo no puede estar cerrada en su totalidad durante 50 días, cifra aleatoria por lo demás. La creciente demanda social de espacios verdes ha venido aumentando por la actual situación de pandemia. Hay capacidad y medios para ir liberando de peligros de daños personales de forma paulatina y será oportuna la apertura de zonas debidamente señalizadas y perimetradas. Todo ello hasta el final de las tareas de saneamiento y retirada de vegetación.
Se abre una ocasión propicia para mejorar la biodiversidad de la Casa de Campo con respeto incluido para la vegetación espontánea que facilite el desarrollo de flora y fauna .
Por otro lado, la solución más sostenible es la trituración in situ de toda la vegetación que se retire , cerrándose el ciclo natural y evitando el traslado a plantas de tratamiento , o aún peor, a vertedero. Los beneficios de esta solución son innegables.
Asimismo, ha de evitarse o minimizarse el uso de maquinaria pesada en las tareas de retirada con atención especial a los abundantes restos de la Guerra Civil existentes en el parque. La maquinaria pesada actuó de manera desafortunada hace un tiempo arrasando una línea de trincheras. El Ayuntamiento sabe que puede contar con personas cualificadas para colaborar en esa tarea de señalización de estos escenarios para evitar daños irreversibles.
Para desarrollar los trabajos, debidos a esta histórica nevada, la Casa de Campo ha de ser dotada de medios y recursos materiales y humanos que garanticen llevar a cabo estas tareas de forma adecuada: Filomena ha dejado al descubierto deficiencias que exigen mejora y reparación.
La Plataforma se ofrece a colaborar con la Dirección del parque, como ha venido haciendo desde su creación, dentro de los puntos y aspectos que considera adecuados para la mejora de este espacio tan estimado por toda la población madrileña .
Más información
Gemma Sánchez 666.74.91.33
Juan Gª Vicente 654.14.34.71
Carlos Buchó 679.99.41.20
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