La reciente demolición de parte del Colegio Alemán, paralizada cautelarmente por los tribunales, ha levantado voces críticas también en Alemania, donde los sucesores del arquitecto Otto Casser, codirector de las obras, han pedido que se rehabilite el edificio, según informa El País.
Igualmente, el diario germano Taz ha publicado un texto de Reiner Wandler (cuya traducción acompaña estas líneas)sobre la polémica suscitada por el derribo, donde se recoge la posición de la asociación que interpuso el recurso contra el mismo y de la arquitecta Mercedes Pérez Frías, colaboradora del estudio de Max Bobran que participó en la construcción y futura ampliación del inmueble; así como la campaña de recogida de firmas por la conservación del edificio emprendida por antiguos alumnos.
Traducción de la noticia publicada por Reiner Wandler en el diario Taz
Símbolo de la Apertura
La antigua escuela alemana en Madrid será demolida. Por otro lado, hay resistencia.
Madrid corre el riesgo de perder uno de sus edificios emblemáticos. A principios de julio comenzó la demolición del antiguo Colegio Alemán en el norte del centro de la ciudad. Solo unos días después, el tribunal de distrito detuvo las obras provisionalmente. Ahora hay una larga disputa sobre si vale la pena proteger –o no- el edificio terminado en 1961, que hasta 2015 acogía las escuelas de primaria, secundaria y preparatoria, y por algún tiempo incluso el jardín de infancia.
La nueva propietaria de la finca, la orden religiosa de San Juan de Dios que dirige un hospital justo enfrente del edificio de la escuela, quiere despejar el área para construir allí nuevos edificios en lugar de usar los existentes. La Orden compró el inmueble cuando el Colegio Alemán se mudó a una nueva sede en un suburbio más al norte de la capital española en 2015.
"Cuando nos enteramos de la demolición, nos sorprendimos. Asumimos que la escuela era un edificio protegido ", explica el abogado Ramón Caravaca. “Obtuvimos el mandato judicial y, por lo tanto, la suspensión temporal del los trabajos de demolición en nombre de la Asociación para la Defensa del Desarrollo Ecológico Sostenible (ADDES), una pequeña iniciativa activa en la protección del medio ambiente, pero también en el desarrollo de la planificación urbana”.
"El complejo arquitectónico fue muy importante para la ciudad de Madrid. Cuando se terminó, el edificio fue realmente revolucionario y moderno ", explica Mercedes Pérez-Frías. La arquitecto fue uno de esos niños que se mudó al nuevo edificio en el año escolar 1960/61. A finales de los años 70 trabajó en el estudio de arquitectura de Max Borban, que participó en la construcción original y realizó las primeras ampliaciones de la escuela.
"La arquitectura abierta y aireada es una especie de paradigma para el progreso de la sociedad hacia Europa. Algo así como un reflejo de lo que sucedió en España en aquel entonces ", dice Pérez-Frías. Muchos ciudadanos en España, gobernados hasta 1975 por Franco con mano de hierro, "miraban a Europa y admiraban a Alemania por el florecimiento de su economía después de una guerra en la que el país había sido devastado".
Además de la importancia sociológica del edificio, del que fueron responsables los arquitectos Alois Giefer y Hermann Mäckler bajo la dirección de Willi Schoebel Ungría y su cliente Otto Casser, el Colegio Alemán para Pérez-Frías es también un importante ejemplo de arquitectura moderna de las décadas de 1950 y 1960. "Es una clara herencia del estilo Bauhaus: la disposición espacial, la iluminación, la orientación, la luz y el color, la sencillez de los materiales, construidos para la eternidad, sin extravagancias ...", dice Pérez-Frías. “Cada elemento tiene su función. El edificio está perfectamente adaptado al duro clima de Madrid, a los claros inviernos y a los calurosos veranos soleados. Por ejemplo, el edificio principal se erige sobre pilotes; y el área debajo es parte del patio de la escuela, que se encuentra a la sombra. O la mezcla de ventanas grandes y pequeñas, que proporciona circulación de aire en las aulas”.
Petición en la red.
El éxito legal de Caravaca también llamó la atención del público sobre la demolición. Antiguos alumnos del Colegio Alemán recogen firmas en Internet para su inclusión en la lista de edificios dignos de protección.
Junto con la actual administración municipal, que ha estado en el cargo desde junio, la Orden propietaria apeló contra la orden judicial. “A finales de septiembre tienen que presentar sus argumentos, y luego nos toca a nosotros", explica Caravaca con confianza. Ha encargado evaluaciones arquitectónicas y quiere que arquitectos y expertos en arte defiendan el edificio en los tribunales. "Hasta que se tome una decisión final puede pasar un año".
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