NOTA DE PRENSA. – Madrid, 2 de julio de 2019
METRO MANTIENE POR TERCER AÑO CONSECUTIVO LA REVERSIÓN DE LA VENTA DE LAS COCHERAS DE CUATRO CAMINOS
El ejercicio anual de cuentas de 2018, presentado esta semana por la compañía, refleja una vez más la reversión de la venta de las Cocheras de Cuatro Caminos, que permanecen por tercer año consecutivo como pasivo inmovilizado; Metro sigue “considerando muy probable que la compraventa realizada en 2014 tenga que ser resuelta”
Como todos los años, Metro presenta las cuentas anuales del ejercicio anterior a finales de junio. Se acaba de presentar por tanto el ejercicio de 2018, y de nuevo nos encontramos con la situación de las Cocheras de Cuatro Caminos en un terreno resbaladizo.
La compañía continúa dando como muy probable la reversión de la venta de la edificabilidad de la parcela, efectuada en 2014. Y es que cinco años después, el Planeamiento sigue en tela de juicio, con altas probabilidades de no salir adelante, algo de lo que desde Metro son conscientes:
“Durante el ejercicio 2018, aunque la mayoría de las reclamaciones interpuestas han sido desestimadas, se han iniciado otros recursos que podrían volver a paralizar la ejecución del planeamiento urbanístico previsto en el recinto y podrían suponer nuevos retrasos e incertidumbres en la ejecución del proyecto. Ante la posibilidad de que el proyecto no sea tramitado por parte del Ayuntamiento de Madrid y con ello la incertidumbre que no pueda ser realizado finalmente, los Administradores, considerando muy probable que la compraventa realizada en 2014 tenga que ser resuelta, acordaron que la Sociedad registrara en el ejercicio 2016 la reversión de la venta reconocida en el ejercicio 2014 […]” (pp. 186 y 187 de la Memoria Anual).
Desde las asociaciones civiles encontramos de dudoso interés general que no se haya resuelto todavía un contrato público-privado incumplido por ambas partes de manera sistemática: por parte de Metro al haber vendido un suelo sin planeamiento consolidado, y con un fondo de compleja situación jurídica y sospechas fundadas de nulidad; por la contraparte, por no haber efectuado los pagos en plazo, y por ambas partes al haberse incumplido los plazos y los objetivos.
En este momento, la necesidad y oportunidad de la operación parecen deberse más un empeño económico específico, que a una operación urbanística de interés general en la que la venta lleva tres años deshecha a nivel contable.
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