OTRO GRAN ERROR
Cómo si no hubiese mañana, el Ayuntamiento de Madrid ataca uno tras otro los lugares más sensibles de la ciudad para dejar su impronta antes de su predecible salida.
Y es sintomático ese afán de seguir el camino del anterior y denostado equipo de gobierno para incidir en aquellos lugares y propuestas inquietantes que tanta preocupación causaron, no con el supuesto ánimo de mejorar sino de culminar con su peor hacer aquellas iniciativas.
Operación Chamartín, Cocheras de Metro de Cuatro Caminos, Taller de Precisión de Artillería, Gran Vía…, y ahora la plaza de España y Jardines de Sabatini.
En el informe redactado por Alberto Tellería y que presentamos en la web de Madrid Ciudadanía y Patrimonio, se hace una historia de estos Jardines de Sabatini desde su origen hasta el momento actual. Todos los espacios urbanos a lo largo de la historia han sido motivo de transformaciones más o menos afortunadas; en este entorno se destruyeron en su momento las caballerizas reales para dar lugar tras el paso del tiempo y sendos concursos a la ordenación actual obra del arquitecto Mercadal. Esos procesos fueron largos y recapacitados y su resultado ha sido la imagen consolidada de unos jardines cerrados, palaciegos y sugerentes que están en la memoria de todos nosotros y forman parte indiscutible del entorno del monumento Palacio Real, Bien de Interés Cultural por excelencia.
El proyecto actual incluye este delicado recinto en una operación que también surgió de un concurso para plaza de España, heredado e innecesario en cuanto a su alcance y que no respondió al carácter participativo que el ayuntamiento promovió en su día. Ello motivó por su planteamiento erróneo el alejamiento de su proceso de varias entidades ciudadanas, entre ellas MCyP.
La actuación que este proyecto plantea arrasa con el cerramiento de Bailén, su cerrajería, sus accesos que desaparecen subsumidos bajo una losa de hormigón que ampara unas instalaciones públicas, hemeroteca y pequeño restaurante, en un intento de aprovechar el espacio residual fruto de la desaparición de parte del túnel actual.
El proyecto, en un inusual alarde de sentido común, rechaza la idea inicial de demoler el muro de Cuesta de San Vicente, fantástico e imprescindible; y por otra parte, acomodándose a ciertas prescripciones administrativas, cambia parterres, corta la losa de hormigón inicial en función de facilitar una accesibilidad que nunca fue negada en los puntos en que pretende facilitarla. Y así, este proyecto que elimina la claridad de los ejes de los Jardines de Sabatini, nos sustituye estos espacios por otros que serían adecuados en otro lugar menos sensible pero no en el centro neurálgico de nuestra ciudad. Dejar aquí tan marcada impronta es una imposición vanidosa y rompedora, cuando a nuestro juicio lo que este espacio necesita es humildad y un diseño acompasado con el entorno.
¿Cómo justificar que un jardín recoleto, íntimo, que invita a la contemplación de este entorno palaciego, quede abierto sin discriminación de hora ni uso?
¿Se eliminarán igualmente las actividades que se programan en este espacio al quedar abierto sin solución de continuidad?
Esta actuación al parecer ha sido aprobada por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid (DGPC) salvo en lo que afecta a la actividad arqueológica. Su impacto urbano e histórico es de enorme trascendencia, más allá de los restos que puedan excavarse y que, no nos engañemos, quedarán en el mejor de los casos como los que se exponen vergonzantemente en el aparcamiento de la plaza de Oriente.
Por otra parte, esta actuación no viene sola. Viene acompañada de otras modificaciones en el recinto de la plaza de España. Nada más que decir, ya se ha dicho bastante, a la transformación de ese espacio ordenado, arbolado, con un diseño urbano clásico, en un parque “orgánico” que dice respetar el arbolado existente y que distribuye los espacios en amorfos parterres…, nada que decir que no pueda resolver el tiempo y alguna futura actuación. Sí hay que decir, y mucho, de girar 180 grados el monumento a Cervantes. Esta delirante decisión que dará al traste con el mismo monumento, no tiene justificación alguna más que la explicitada por los autores de que los paseantes vean desde el gran espacio propuesto al norte de la ordenación las dos figuras de D.Quijote y Sancho para que puedan ser fotografiados por los turistas y viandantes. Para ello, sitúan a Cervantes en el pedestal que corresponde a la alegoría de la Literatura acompañada de los escudos de los países hispanohablantes, en semejante trastoque no se corresponden ni las alegorías ni la escala de tales esculturas ni qué decir de la fuente Castalia, que aparece en los dibujos del proyecto con una apariencia evanescente que la desdibuja.
Dicho todo esto y aún en la confianza de que la DGPC, que es quien tiene el deber y la competencia de velar por nuestro patrimonio, emita una resolución que no perjudique a este sensible entorno.
Para ello esta asociación MCyP aporta el informe de referencia acerca de los Jardines de Sabatini por si pudiera motivar una mejor fundada decisión, y simultáneamente solicita de la DGPC que incoe expediente de declaración como Bien de Interés Patrimonial para el monumento a Cervantes sito en la plaza de España.
Madrid, 1 mayo 2018.
Amparo Berlinches
Presidente Madrid Ciudadanía y Patrimonio
Enlaces relacionados:
- Descarga (PDF): Informe sobre el monumento a Cervantes en la Plaza de España
- Descarga (PDF): Informe sobre los Jardines de Sabatini
Comentarios